En el año 1963, ayudé a un grupo de niños del sector (6) en sus tareas escolares, los cuáles eran de distintos niveles (cursos) y que a fin de año, sus padres quedaban muy conformes con los resultados de sus hijos. Con una colega amiga, me conseguía los programas. Al tercer año ya eran 8 niños los que asistían; les impuse un horario y recreo. Las clases las desarrollaba en mi casa, en la mesa del comedor; los apoderados me fabricaron un pizarrón.

Dos años después, tuve la idea de formar un colegio; averigüé en el Ministerio de Educación los requisitos para hacerlo y fui cumpliendo poco a poco con éstos. Al tener el número de niños que exigían, tuve que buscar un nombre para mi futura escuela. Descubrí un colegio muy chiquito en la comuna de Providencia que se llamaba “Le Petite Etudiant”; pensé que en mi comuna le quedaba mejor este nombre en español: “El Pequeño Estudiante”, y que además, en esa época quedé esperando mi tercer hijo el cual sería hombre como los dos mayores; y que lógicamente también sería un estudiante más.

Compré bancos usados, antiguos, para formar una salita pequeña, baños adecuados para niños, bebederos y arrendamos una pieza en la parte de atrás de mi casa; con mi familia arreglamos el patio todo como indicaban los requisitos reglamentarios.

Obtuve el pase de higiene ambiental del Ministerio, carabineros, etc. Más tarde salió el Decreto de Cooperadora de la Función Educacional N° 800. Durante este período, el colegio era particular pagado. Con los años fueron llegando más alumnos, siempre del barrio y recomendados por ex apoderados y parientes de los que ya habían egresado. Aumentó el número de salas, de profesores y personal. Se compró el primer sitio por El Salto, después por Lircay y más tarde las dos propiedades por Einstein. En el año 1982, pasó la modalidad particular subvencionado y nos fuimos a vivir a La Florida y todo quedó convertido en Colegio. Se ha mantenido sólo con la Subvención, tal vez es una de los únicos colegios que no cuenta con subvención compartida; es decir cuota adicional por parte del apoderado.

Actualmente el colegio es liderado por el Director Don Rodolfo Bravo Sánchez y cuenta con más de 330 alumnos, dos cursos por nivel de 1° a 6° básico, excelente personal directivo, docente, administrativo y paradocentes, cuenta además con actividades extraprogramáticas, tales como talleres de reforzamiento, folclore y deportivo. Todo un equipo preocupado por la formación moral y educativa de sus alumnos y en constante comunicación con sus padres y/o apoderados.

Es un colegio con excelencia académica, reconocido por el Ministerio de Educación, por sus resultados en evaluación externa SIMCE; esto es por el número de alumnos por curso que va entre 28 o 30 estudiantes por sala, la constante preocupación de los padres y/o apoderados, del rendimiento de sus hijos y la vocación del personal docente, entregándoles reglas claras desde un principio de comportamiento y disciplina, respeto y mucho interés por sus estudios para que tengan un futuro feliz.

Muy cordialmente, con gran afecto:

María Inés Sánchez Loyola.